Reinventando las exposiciones: casos de éxito de muestras virtuales
Los museos y las entidades culturales están desarrollando nuevos modelos de digitalización de su programación. Una tendencia que va mucho más allá de la pandemia.
Conectar con una audiencia que ahora mismo tiene limitaciones de movilidad y de seguridad para visitar los museos. Esta ha sido la respuesta inmediata a la pandemia que ha acelerado los procesos de virtualización de las exposiciones en todo el mundo, pero no solo esto. Las exposiciones virtuales son ahora mismo una tendencia global instaurada que abre un nuevo modelo de relación entre los museos y la ciudadanía para llegar a públicos que nunca habrían pisado las salas.
Hablamos de públicos de perfil muy diverso, que tienen que ser seducidos por nuevas fórmulas creativas alrededor de las exposiciones. Públicos que quieren experimentar, participar, interactuar e incluso co-crear los contenidos expositivos.
Este es el reto de las exposiciones en línea: crear una experiencia digital inspiradora, accesible y con entidad propia. Es decir, que más allá de potenciar y enriquecer la visita presencial (vínculo donde-off), sea un producto digital nativo y sostenible en el tiempo para conectar con esta nueva audiencia global.
Pero, como diseñar una estrategia de virtualización de exposiciones a largo plazo?
Sea cual sea el formato escogido, será necesario trabajar una conceptualización cuidadosa del modelo de virtualización y diseñar una oferta de contenidos innovadora y eficaz que implique a los usuarios de nuevas maneras.
El usuario es el protagonista
El objetivo final de virtualitzar una exposición es ofrecer una experiencia única al usuario, por eso este se convierte en el verdadero protagonista. Es importante conocer a quién va dirigida la muestra virtual: ¿es una experiencia para estudiantes? ¿Qué nivel tecnológico tiene el target de la muestra? La respuesta a preguntas como estas determinarán cuál es el canal y qué tipo de contenido utilizar.
El canal si que importa
Las herramientas digitales ofrecen ahora mismo un amplio espectro de posibilidades. Desde recorridos de Google Arts & Culture, visitas virtuales o de live content, a microsites interactivos, aplicaciones o experiencias de realidad virtual. La selección de los canales y sobretodo la experiencia multicanal que podamos ofrecer será clave para conseguir el éxito de la exposición.
No reproducir la exposición física
A pesar de que a primera vista parece que sea el movimiento natural, los resultados pueden no ser positivos. Se debe tener en cuenta que, al final, el usuario utilizará un dispositivo de la medida de un móvil o de un ordenador y esto puede generar una mala experiencia (problemas en la resolución de la imagen, la pérdida de la escala, etc.). La transición de físico a virtual, tiene que ser un proceso organizado y pensado en base a como el usuario percibirá la muestra.
A continuación os dejamos algunos de los mejores ejemplos de exposiciones virtuales que están desarrollando instituciones culturales de todo el mundo.
Visitas virtuales en 360º
Con las visitas virtuales en 360°, los museos y centros culturales pueden ir un paso más allá en la virtualización de exposiciones. Permitir a los usuarios recorre las salas o espacios desde casa y a su voluntad, a través de cualquier dispositivo es, actualmente, un factor de posicionamiento. Con este tipo de herramientas, la exposición puede llegar a cualquier punto geográfico y target, pero destacamos en especial el educativo, puesto que las interacciones desde el aula pueden ser múltiples.
Webs y microsites
Las exposiciones virtuales permiten superar las barreras físicas entre el espectador y el museo o centro cultural. A través de webs o microsites, promueven el acercamiento y fidelización, y amplía la franja de público con el que interactuar. Son una oportunidad única no solo para llegar a más público a través de los canales digitales, sino también como incentivo de acercarlos de forma presencial.
Experiencias de realidad aumentada
La realidad aumentada (RA) da vida a exposiciones normalmente estáticas, creando una tercera dimensión. No solo mediante gafas de realidad virtual, sino que también a través de aplicaciones o colaboraciones con estas. Con la RA se ofrece una experiencia diferente, interactiva y de inmersión total a la exposición.